Cama Isla
Qué difícil es la vida fuera de la cama,
donde mis brazos no te alcanzan,
y tu aroma no me atrapa.
Qué confuso el momento en que volteas la mirada,
y me pregunto, a ratos, cuándo volveré a merecerla.
Dulce miel: enfocada, pura, atenta;
como lo fue desde un principio;
antes de saberlo;
antes de que fuera eterna.
Qué triste la distancia,
cuando la construimos, y cuando nos aparta;
así sea sutil, y sea momentánea.
Y qué fortuna romperla,
con tus cariñosos golpes,
tus dolorosas caricias,
y tus labios… en perfecta sincronía,
en armonioso roce.
Ah… qué todo es nuestro juego.
Nuestro dolor.
Nuestro amor.
Nuestro encuentro.