Escondida
Consciente hoy, igual que ayer,
que a donde y con quien voy
hago lo mismo, y mal estoy:
mendigo oídos, atención y querer.
Disfrazo todo de oportunidad,
dando peso a la probabilidad,
pues para tranquilizarme no estás
como lo intentan todos los demás,
que no hacen más que ponerme a pensar
que con encontrarte he de erradicar
mi indigencia, sentencia de alguien más
de ignorar cómo y cuándo vendrás.
¿Vendrás? He creído y creeré,
pero, por mientras ¿qué he de hacer?
Todo y todos parecen conocerte,
y yo no he podido siquiera verte.
¿Te imaginas ya mi desesperación?
Por eso me tienes, con tanta predicción,
anticipando tu llegada a mi corazón,
queriéndote a ti, escondida, con esta canción.
Me dicen que saben que si te busco no vendrás.
Aseguran que quieto no te voy a encontrar.
Que cuando menos me lo espere, llegarás;
¿Cómo? Si cada vez espero más tu amar;
Que cuando te conozca, todo tendrá sentido;
que harás de mis penas algo divertido,
y que, viéndote, miraré hacia atrás
y reiré por preocuparme por las demás.
Pero, ¿será que te vi y te ignoré?
¿Te conozco y cambiaré de parecer?
¿Te encontraré como menos pensé?
¿O serás como lo imaginé,
sólo que esperas a estar lista para ser,
para dejarte descubrir, para verte florecer?
Seas como seas, no te dejo de esperar.
Me estoy preparando y ya tengo tu lugar
para encontrarte, cortejarte y acogerte.
¡Qué fácil me tendrás, mujer, ya listo para amarte!